Me encuentro cotorreando con mis camaradas, de esas beses
que todos están echados en el sillón muy juntitos y palpándose los senos. Mis amigo
llevan los apodos de; el madre (chavo alto, con la risa mas babosa), el basura
(aquel que esta traumado con su moto), el chino (el junior de la pandilla, su
jefe es dueño de un lujoso restauran del centro), el tiringas (el desnutrido),
el doni (el chamaco del basura) y el
cepillo (el que se siente la eminencia sexual). Sinceramente no me acuerdo de
los nombres de estos cábulas.
Después de una riña muy agresiva sexualmente, entre el cepillo
vs chino, salió victorioso como siempre el tiringas (siempre les da vuelta con
todo), traumado con el chavo del ocho, mas que nada es que siento que se identifica
con el (por mugroso), le puso al canal 5 en donde curiosamente lo estaban televisando.
La pandilla le empezó a hacer burla, y entre uno de tantos comentarios, el que
destaco, que se la chaqueteaba con el chavo del ocho, riéndonos todos, con
coraje lo empezamos a masa panear, al grado de que lo hicimos declararse
homosexual. En un abrir y cerrar de ojos se apareció la china (la hermana del
chino) y defendiendo a su macho, nos empezó
a aventar de la botana que se encontraba en la mesa, así empezando una riña
entre el bando rudo y técnico. De una patada espartana que le propine al
cepillo, pues ya saben sin querer queriendo, lo avente en contra de la mesa y embarrándose
de salsa picante y refresco, rompí la mesa, sin duda alguna todos contribuimos
a levantar, claro la mesa. De hacendosos nos pusimos entre que levantábamos los
escombros de aquella estrepitosa caída, pateábamos al cepillo, ya saben de esas
patadas de amigo que no lo dejábamos parar.
Ya levantado el cepillo y los chicharrones en el recogedor (ósea
yo), los lleve al bote de basura, de repente escuche un grito de angustia y desesperación, que me espanto,
el tiringas corrió hacia mi como si alguien se hubiera lastimado o hubiera
ocurrido un accidente, él me dijo espérate Que todavía sirven y sacándoles del
recogedor se puso los que pudo en una mano y con la otra dirigió uno hacia su
boca, “es una porquería de ser humano”. Cansados
de tanta pela, nos salimos a cotorrear un rato, sacamos ranflas y motos,
armados hasta los dientes con tenedores y cucharas nos fuimos al convivio, que
un día antes nos avían invitado. Llegamos como patrones, bajándonos de las
unidades con tremenda velocidad como si fuéramos a golpear a alguien (nos gusta
llamar la atención).
Hola! compañero. Tus entradas están muy mal redactadas. No tienen coherencia. Hay demasiados errores de puntuación y acentuación. Deberías ser menos oral.
ResponderEliminarGracias compañera. Solo esque no le he dedicado tiempo, prometo hacerlo mas.
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