lunes, 30 de enero de 2012

Pleitos de costumbre



Noche obscura… Me encontraba platicando con mi novia la cual es una muchacha bastante graciosa. Ya entrada la plática me confesó: Que le gustaría casarse conmigo, yo fingiendo una sonrisa conteste: somos muy jóvenes. En ese momento entro al cuarto mi hermano de nombre Ramsés, y me pidió que lo acompañara. Le dije a mi novia: “luego nos vemos, para que te falte al respeto”.



Le pregunte a mi hermano a donde quería que lo acompañara, el respondió: a donde siempre, al Atorón (lugar de mala muerte, ubica a dos cuadras de mi casa), ahí todos me conocen como el maniquí,” hijos de perra, me caga ese apodo”.



Cuando llegamos al Atorón en la parte de afuera, como siempre, ya estaban peleándose. Nos quedamos los dos y observamos con emoción e intriga, aquella riña, fue como la de dos maricas peleándose por un hombre, pobres  estúpido. Ya artos de ver cachetadas y nalgadas mi hermano y yo nos dispusimos a intervenir, claro, no para separarlos sino; cometiendo un acto de vandalismo. Mi hermano grito “los refuerzos” y con toda alevosía y ventaja les lanzamos cacahuates (japoneses), Lo más chistoso es que uno de ellos termino llorando, pues le di en el ojo.



Nos pasamos al bar, y mi mejor amiga la que lleva por nombre Fernanda, me recibió con un cálido abraso, (es bien buena gente). Me invito de su cerveza me pregunto: ¿oye cabron que van a tener huelga los de la UAM?, yo le respondí; si, y moviendo du cabeza me rumoro al oído muy seximente, “eres un tarado”, maldita zorra siempre que esta borracha me termina insultando, en mis piernas y al final, corriéndome.



Ya entrado en ambiente y encima ya tres caguamas, me avente una misión (la de típico borracho), me dispuse a conectar unas morras y de costumbre, me puse a bailar, de esos bailes tropicalones con movimientos de Cantinflas y algunos pasos copeados del Resortes. Niña linda con la que me puse a bailar la cual venia con su novio, pero no importa, pues yo no soy celoso. A que nena tan preciosa “lástima que seas ajena”, pero como todo hombre, no resistí las ganas de preguntarle su número “aunque sé que nunca le voy a llamar”, de todos modos lo hice, para hacerle la maldad a su novio y hablando en voz baja me dijo; 5530621714, dentro de mi cabeza solo había una palabra ¡aguevo¡.



Su novio, con una mirada penetrante de esas espanta pendejos, me volteo a ver, cuando yo anotaba el numero, y con una seña particular le recordé a su mama, claro, sin que su novia lo notara. A los poco segundos algo pasó rosando mi cabeza, al voltear a ver era una botella que el desgraciado ese me había aventado y lo peor, todavía tenia alcohol ( la sangre de dios), creo que fue lo que mas coraje me dio.   Mis amigos se pararon, y como si hubiera dinero a mí alrededor, llegaron a mi lado. La chica sin soltarme se quedo a conmigo y le grito a su macho “estás loco o que te pasa”, él se aventó la famosa agárrenme que le pego, a lo cual yo lleno de furia porque intento golpearme con su botella y agregándole que derramo la sangre de dios, le conteste no con palabras sino con golpes, Le di de esos golpes de calcetín y unos cuantos rodillazos, pues nada más para que se aplacara, un cualquier, cualquier.



Tonto, El creyó que porque tengo facciones de niña no se pelear, pues la verdad no se pelear, solo fue el coraje el que me hizo reaccionar (siendo franco).

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